Aquel ASUS Zenfone 2 se presentó en el CES de 2015 con un dato que sobresalía sobre todos los demás: tenía 4 GB de memoria RAM. Aquello parecía exagerado. "¿Quién necesitaba 4 GB en un móvil?", nos preguntábamos. No pasó demasiado tiempo hasta que vimos que esa cifra se convirtió en lo normal, y tampoco mucho más hasta que pasamos a móviles de 8, 12 o 16 GB de RAM. Parecía que solo podíamos ir a más, pero no. Todo apunta a que en 2026 volveremos a ver móviles con 4 GB de RAM en ciertas gamas. Como el Pixel 3a de la imagen, un móvil de hace seis años. Ahí es nada.

Qué ha pasado. La tormenta perfecta con la IA y los centros de datos ha provocado que las memorias DRAM y NAND se conviertan en un lujo. Los precios se han disparado y los fabricantes de estos componentes ya avisan de que esta situación podría alargarse. Y ante esa situación aparece una predicción de los analistas de TrendForce: la de que los fabricantes de móviles podrían resucitar configuraciones hardware que parecían extintas, como los smartphones con 4 GB de RAM como estándar en la gama de entrada para 2026. 

Menos por lo mismo. El detonante de esa vuelta al pasado es el citado aumento de los precios de las memorias proyectados para los primeros meses de 2026. Eso provocará una presión de costes significativa sobre los grandes fabricantes, que están viendo cómo la memoria ocupa cada vez más porcentaje en su lista de materiales. Y si no quieren subir precios de sus dispositivos, harán algo que no nos gusta nada: reducir especificaciones técnicas.

Los móviles Android, los más perjudicados. Este escenario afecta de lleno a todo el ecosistema Android, sobre todo en las gamas media y baja. En ellas la cantidad de RAM había sido tradicionalmente un factor clave para el marketing de estos dispositivos, pero para evitar que los precios se disparen, los fabricantes previsiblemente se verán obligados a recortar especificaciones. La pregunta es cómo afectará no contar ya con 6 u 8 GB de RAM en el móvil a la fluidez de la experiencia Android. 

La paradoja de la IA en el móvil. Lo más irónico es que esta subida de precios está provocada por el auge de la IA y los centros de datos, pero si tenemos móviles con menos RAM, no podremos aprovechar al máximo la IA. Los modelos locales que usan nuestros móviles precisamente se benefician de tener mucha memoria RAM, así que recortar esta especificación precisamente recorta la capacidad de esos modelos de IA locales. 

Ranura microSD de vuelta. Curiosamente esta crisis puede también traer de vuelta un viejo aliado de los usuarios móviles con presupuestos ajustados: la ranura microSD. Teniendo en cuenta que las memorias NAND también han subido de precio, es razonable pensar que tampoco veremos móviles con grandes capacidades a precios aceptables. Eso abre la puerta a impulsar de nuevo la opción de ampliar ese almacenamiento mediante tarjetas microSD.

Y portátiles de 8 GB. Durante muchos años tuvimos que soportar que los fabricantes ofrecieran portátiles con 8 GB de RAM como estándar. En los últimos tiempos hemos visto cómo por fin parecía haberse asentado la cifra de 16 GB de RAM, pero según TrendForce aunque dichos modelos seguirán ofreciéndose, los que más se distribuirán serán los de 8 GB de nuevo en la gama media. Si queremos más de eso es probable que lo notemos claramente en el precio. Son malas noticias para todos los usuarios, pero quizás especialmente para el mundo del gaming, que siempre ha ido un paso más en cuanto a requisitos hardware.

La era de la memoria barata y abundante ha terminado. Si las previsiones ya son malas para el primer trimestre de 2026, son aún peores para el segundo trimestre del próximo año. Según TrendForce será entonces cuando se produzcan "fluctuaciones más significativas de precios" en el mercado de los PCs y portátiles. El momento coincide además con la celebración en junio de Computex, la feria más importante para los fabricantes de ordenadores de sobremesa y portátiles.