Según Microsoft el pasado 22 de octubre, la actualización de 24H2 redujo el tiempo de instalación en un 45,6% y el tiempo de reinicio en un 39,7% comparado con versiones anteriores como 22H2 y 23H2. Además, el uso de la CPU durante las actualizaciones también disminuyó en un 15% para dispositivos en buen estado.
Otro aspecto importante es que estos beneficios también se extienden a dispositivos que no han sido actualizados durante largos periodos. En pruebas con sistemas que llevaban 18 meses sin actualizar, Microsoft reportó una mejora del 43,6% en el tiempo de instalación, con un 25% menos de uso de CPU y un 33,5% menos en el tiempo de reinicio.
Estas mejoras son posibles gracias a avances en el procesamiento paralelo de componentes, que optimiza la eficiencia del sistema operativo. También se mejoró la escalabilidad de la memoria RAM, lo que permite que el sistema ajuste automáticamente el uso de memoria durante el proceso. Además, incluir Microsoft Edge en las actualizaciones reduce su tamaño hasta en 200 MB, agilizando el proceso aún más.