Ayer nos hacíamos eco de que un bug en la última actualización liberada por Microsoft para Windows 11 tenía el inesperado efecto secundario de cargarse el menú de inicio del sistema operativo, haciendo que desaparezca inmediatamente después de haber hecho clic en él y convirtiéndolo en inaccesible.
Aparentemente, un punto a favor de los defensores de que Windows 10 es una apuesta más segura que Windows 11 en lo que a la estabilidad se refiere. Al menos, lo ha sido durante unas horas, hasta que ayer por la noche Microsoft confirmó que una de las últimas actualizaciones acumulativas de Windows 10 (la KB5014666) también venía con un bug debajo del brazo.
Según confirma la compañía, si has instalado esta actualización y cuentas con una impresora USB (y la mayoría hoy en día lo son), ésta podría dejar de funcionar. Más concretamente, Windows podría empezar a mostrar duplicadas las impresoras instaladas en el sistema (las nuevas añaden el sufijo "Copy1") y, cuando el usuario intentase imprimir un documento —ya fuera seleccionando el dispositivo original o un duplicado— la impresión fallaría.
Recordemos que el verano del año pasado ya fue una época horribilis para los bugs de Windows relacionados con las impresoras: primero la vulnerabilidad PrintNightmare (que exponía al equipo a ciberataques de ejecución de código arbitrario, a través del servicio de Cola de impresión) y luego un bug de 16 años que afectaba a los drivers de HP, Xerox y Samsung.
Microsoft, por supuesto, ya está trabajando en un parche para el problema generado por su actualización… pero que éste aún no está disponible. Mientras tanto, ha difundido algunos posibles trucos para mitigar el problema… aunque parece ser que éstos no siempre son efectivos. Todo buenas noticias. En cualquier caso, las posibles soluciones son las siguientes:
Acceder a la Configuración de Windows 10, de ahí a "Bluetooth y dispositivos" y seleccionar "Impresoras y escáneres". Si la impresora aparece duplicada tan cómo se explicó antes, probemos a imprimir algo con ella; luego, hagamos lo propio con la original. Si sólo funciona la original, borramos la duplicada y listo.
Si sólo funciona la duplicada, accedemos a las "Propiedades de la impresora" de ésta, seleccionamos la pestaña "Puertos", y apuntamos qué puerto está usando. A continuación, tendremos que acceder a las propiedades de la original, comprobar el mismo dato y, si el puerto usado por ambas no coincide, modificarlo para que coincida con el de la copia.
La segunda opción, más rápida, pero que no garantiza que el problema no vaya a reproducirse tras el próximo reinicio, pasa por desinstalar todas las impresoras instaladas, y reinstalar la buena desde cero.
La tercera opción propuesta por Microsoft pasa por intentar actualizar los drivers de la impresora y, si esto no funciona, intentar hacer lo propio con el firmware.