Microsoft lanzó su segunda "gran actualización" de Windows 10 ayer martes. Se trata de la Actualización de noviembre de 2019: la versión 1909. Esta actualización se distingue bastante de lo que suponen cambios menores en comparación con la de mayo (versión 1903), en el sentido de que la compañía no ha cambiado muchos elementos internos, sino que ha actualizado la interfaz de usuario. El modelo de controladores, por ejemplo, permanece igual.
Ahora bien, esta actualización no va a ser evidente para el usuario que no la busque. Para actualizar nuestro sistema operativo a la versión 1909, es necesario "Buscar actualizaciones". Una vez descargada, hace falta reiniciar y elegir un momento para instalarla. Ya sabéis que desde el año pasado, Windows intenta molestarnos lo menos posible con las actualizaciones, por lo que si no definimos un momento manualmente, el SO instalará la actualización cuando no usemos el ordenador. Al parecer, si no vemos la actualización disponible, eso quiere decir que Microsoft ha detectado alguna incompatibilidad o error para el que ya está trabajando en un parche.
Con esto, a efectos prácticos la actualización de noviembre es voluntaria por ahora. Al fin y al cabo, la compañía la considera una cuestión secundaria. Podéis ver la lista de cambios en TechPowerUp, sin ir más lejos, pero los cinco puntos que nos resultan más destacables con estos: