Tengo una teoría: puedes conocer el comportamiento o costumbres en el trabajo de una personacuando ves qué ratón usa. Puede ser un ratón común, de los de precio medio-bajo que encuentras disponible en cualquier gran superficie, puede ser uno de esos ratones de Apple que o amas u odias, o puede ser un ratón para gaming que se asemeja más a una nave espacial.
Y eso está muy bien, pero algo que muy pocos hacen es revisar la configuración de ese ratón. Lo conectan, se acostumbran a la configuración por defecto que le da el sistema y listo. Y con un breve chequeo, podemos conseguir mejorar muchísimo el comportamiento de este periférico que tan importante es para seguir usando nuestros ordenadores.
Ergonomía: la postura es lo más importante
Lo que hay que tener claro es, sobretodo si trabajamos horas y horas delante de un ordenador, quela mano que utilice nuestro ratón debe de estar descansada encima de él. Una postura tensa puede provocar cansancio y problemas como el síndrome del túnel carpiano a largo plazo. No es ninguna broma: hay una normativa ISO dedicada exclusivamente a la correcta posición de nuestras manos con dispositivos de entrada.
Antes incluso de mirar qué ratón nos viene más bien, deberíamos ver si en nuestra mesa de trabajo tenemos el espacio adecuado para poder utilizarlo en condiciones. Muchos pecamos de tenerlo demasiado cerca o demasiado lejos, obligando a nuestro cuerpo a forzar una mala postura de nuestro brazo.
Hay muchos estudios, como este de la Universidad de Cornell o este otro de la Universidad Complutense de Madrid, que nos dan varios puntos básicos para vigilar nuestra postura:
Hay un ratón para cada postura...
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